AQUÍ EN EL POLO NO HAY CÓMO SABER LA HORA
Instalación lumínica comisionada por Emilio Chapela para su obra “Aquí en el polo no hay cómo saber la hora”. La intención de la escultura es simular el paso del sol durante un día completo y generar sombras que se mueven orgánicamente por el espacio.
La escultura se conforma por focos incandescentes a diferentes alturas a lo largo de una parábola. Cada foco es controlado de forma independiente e imita la luz del amanecer y anochecer a lo largo de la nave, afectando directamente la escultura de hierro y madera que representa los polos geográficos y nuestra convención del tiempo.
Diseño y conceptualización: Emilio Chapela, FRAGMENTS, Lorenzo Álvarez.